lunes, 19 de junio de 2017

NO APTO

           



            - ¿Y por qué yo no?. 

           Madre siempre te pones en el lado negativo conmigo. Sí, y lo sabes. Si fuera mi hermano seguro que no te ponías así.

            Mira al hijo de la Nati. A ese lo han cogido para el equipo, no sé por qué a mí no me pueden seleccionar. Yo soy más fuerte que él. Mira, a veces nos hemos peleado y siempre le he dado una buena tunda.

            Ya. Ya sé que para el fútbol no es solo fuerza lo que se necesita madre, pero yo también le doy bien a la pelota. No sé si lo sabes, pero en el recreo del instituto nunca me dejaban para los últimos cuando echaban a pies para hacer los equipos...Y por algo sería.

            No empieces con lo de que estoy gordito.... Quizás sea verdad, pero ya se lo he dicho al entrenador. Que en un par de meses puedo perder diez kilos. Sí, no te rías tu también. 

            ¡Claro!. Claro que hablé con el entrenador. ¿Qué te crees?, ¿que hago las cosas a lo bruto?. Lo que pasa es que él no me hizo ni caso. Cuando hicieron las pruebas no estuve ni cinco minutos en el campo. Enseguida me cambió y no me dejó ni tocar un balón. Y con aquella risita..... Aquella risita suya ha tenido mucha culpa. Es que me sacó de quicio.

            ¿Y que querías que hiciera?.... Yo solo quiero que oiga mis razones. Que sepa que puedo adelgazar y que me vea como toco el balón. Y sobre todo que daría cualquier cosa por el equipo. Solo quiero sentarlo frente a mi y que me escuche.

            Madre, tu siempre me dices que hay que tener imaginación para conseguir las cosas que queremos. Y ahora me bienes con que está mal.

            Pues claro que sé que no está bien. Madre que ya tengo 18 años. Pero no pude evitarlo. Era la única forma, y cuando lo vi allí solo en el vestuario, me vino su risa burlona a la cabeza y no lo pensé.

            ¿Pues como lo voy a hacer? Le golpeé con un taburete por detrás. No, no me vio nadie, ni siquiera él. Menudo es de grande. No veas cómo me costó arrastrarlo.

            Pero madre.... 

            Está bien. Vale. .....Lo llevaré a su casa y lo dejaré allí. Sí, en el jardín y sin que me vean.

            Que no madre. ¿Te crees que soy tonto? He dejado el maletero un poco abierto para que respire.....Vamos ¡No creo!.

            ....

            ¡Madre! Pues tenías razón. Habrá que encender el horno.

domingo, 4 de junio de 2017

LAZOS ROTOS

 Me sorprendió el sonido del ladrillazo en su cabeza. Fue distinto de las otras veces. Supongo que por la ausencia de pelo. Pero sonó como hueco. Me recordó a mi padre cuando comprobaba la madurez de una sandía en el puesto de la rotonda.

     Me dejó tan sorprendida, que no pude evitar arrodillarme y golpear su coronilla calva con los nudillos.  Suena como un coco vacío, pensé. Tuve que levantarme rápidamente, el charco de sangre densa se extendía como la lava alrededor de aquella cabeza brillante.

     ¡Los hombres son tan predecibles!. Solo tienes que decirles que te aprieta el zapato para que se arrodillen delante e intenten tocarte la pantorrilla. Y tienen unas manías. A éste le dio por acariciar el lacito de brillantes entre mis dedos. Creí que me lo arrancaba.

     Miré de nuevo a ambos lados del callejón. Todo oscuro y deshabitado. Que incomodidad caminar con tacones por estos callejones empedrados.

     Por fin en el camerino. Realmente estos zapatos son terribles. Con estas cintas de brillantes que se clavan en el empeine.

     - ¡Ninet!. ¿Puedo pasar? - Es la voz del utillero, tan chismoso como siempre. Primero mete la cabeza y luego pregunta  - el productor me envía a por los zapatos. Qué manía tiene con que son muy valiosos y que no se me despisten. ¿Sabes? Han encontrado al duque de San Esteban muerto en el callejón. Hay un lío de policía que ni te cuento. Bueno me voy, a ver de qué me entero.

     El gran duque de San Esteban. Un baboso como todos. Otro que ya sabe que "no es no".

     - ¡Ninet por Dios!. - Otra vez éste. Que querrá - ¡Ninet! Has perdido el lazo de brillantes del zapato izquierdo.