Madrid, 22 de Octubre de 2014
Taller, Relato Corto: Tema Relato sobre una noticia actual.
Íbamos cantando en el autobús. Eran canciones de revolución
y Juan tocaba la guitarra entre risas. A mi lado Pedro me pasaba el brazo sobre
el hombro y se movía de izquierda a derecha al ritmo de la música. El día era
estupendo y nos esperaban en la ciudad la gente de los otros pueblos para ir a
la gran manifestación.
Miguel conducía el autobús. Era el único que sabía llevar un
vehículo de esas dimensiones. Los conductores de la empresa municipal habían
dejado las llaves puestas, porque sabían que los tomaríamos prestados, siempre
con el compromiso de su restitución el lunes próximo sin ningún daño y limpios.
Otras veces había policías que intentaban impedirnos
tomarlos, pero esta vez todo fue muy fácil.
La caravana la componían tres autobuses con cerca de 100
estudiantes en total. Ningún profesor se había apuntado.
Al tomar la curva que nos llevaba al Cerro del Enjambre,
apareció un coche cruzado en la carretera. Tras el frenazo y el primer
sobresalto, nos agolpamos todos en las ventanas escudriñando alrededor. No parecía haber nadie, Juan y yo nos bajamos a retirar el
vehículo.
En ese momento, sonó una pequeña explosión que hizo eco en la montaña. Noté un chorro de líquido caliente que salpicaba mi cara y Juan cayo como un fardo sobre
mi. Su cabeza estaba totalmente roja y su cuello parecía un grifo del que salia sangre a presión. El mundo comenzó a temblar a mi alrededor. Un
tableteo que no supe reconocer hizo que los cristales de los autobuses saltaran
a cámara lenta...TA TA TA TA TA.....
Tres hombre de uniforme me sujetaron y me dieron con un
fusil en la boca.... Me preguntaban y yo no les escuchaba.....
Luego el dolor en mi cara.....Un dolor lacerante,
desconocido, terrible, sobre mi cara. Me
hizo entrar en un trance del que no salí, ni siquiera cuando alguien con gorra
de plato introdujo su cuchillo en cada uno de mis ojos.
Y todo se acabó. Hasta ahora que le cuento esto en este
hospital.
A pesar de que me despellejaron la cara y me dejaron ciego, hoy sé que tuve suerte a pesar de todo. De los demás no
quedó ninguno.
(Los comentarios y críticas son siempre agradecidos)
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